
Sin ir más lejos, toda la capital francesa pudo desembolsar una auténtica fortuna para hacerse con sus excelentes servicios. Eran nada más y nada menos que 222 millones de euros, decretando el mayor traspaso de toda la historia del fútbol. Y sí, en ese momento Neymar estaba en boca de todos.
Sin embargo, con el paso de los años, el delantero brasileño fue perdiendo progresivamente terreno y protagonismo. Sus problemas físicos, sus indisciplinas y su intermitencia jugaron una muy mala pasada al equipo que ahora dirige el argentino Mauricio Pochettino. De hecho, el PSG ha comenzado a considerar la posibilidad de que se vaya.
Actualmente, y aunque Neymar tiene contrato hasta 30 de junio de 2025, la intención del reciente campeón francés de la Ligue 1 es dejar de contar tarde o temprano con sus servicios. La idea es lucrar con su salida y fundamentalmente rebajar la masa salarial para ir en busca de otros refuerzos.
